El estrés y el agotamiento son los males de nuestro siglo. El \’niksen\’, un concepto holandés que significa, verdaderamente, «no llevar a cabo nada». Pero, ¿de qué forma podemos estar ociosos sin sentirnos responsables? Nuestra necesidad incesante de trabajar y de ser productivos nos genera aún más estrés, lo que acarrea una disminución de la eficacia.
Por poner un ejemplo, los suecos apuestan por el lagom, que nos sugiere ir a sentirnos mejor al gozar de las cosas ‘en su justa medida’, encontrando la estabilidad entre trabajo y ocio. De esta manera la superficie quedará sellada perfectamente y antiadherente, logrando gozar a lo largo de múltiples años de nuestro horno holandés en buen estado. Después de cada empleo limpiar los restos de alimento con agua y una esponja suave, secar muy bien y utilizar una fina cubierta de aceite hasta su nuevo empleo.
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Sin eliminar, y aguardando unos 20 minutos, observaremos como la grasa de la mantequilla se marcha apartando del suero -es semejante a el agua- quedando flotando sobre este. Con un cacito, recuperamos la grasa y con ella, vamos a elaborar después la salsa holandesa. Con 300 g de mantequilla, conseguiremos precisamente los 250 g de mantequilla clarificada necesarios para la salsa.
Es una salsa perfecto para acompañar pescado (como nuestra receta de salmón al papillote con salsa de holanda), huevos, verduras o ensaladas, y se asocia a esos huevos benedict que están tan presentes en los ahora mismo de inclinación, los brunch. Si lo hacemos con batidora eléctrica, va a ser con las varillas de globo y a la agilidad mucho más lenta. Antiguamente, el horno holandés se dejaba colgando sobre las brasas para que los alimentos se fuesen cocinando.
En definitiva inventar el ritual que te ande. Y sobre todo a aprender a administrar mejor tus prioridades y no sentirte culpable por decir ocasionalmente no. Como afirma la autora, priorizar tu confort no te llevará a procrastinar más, sino indudablemente a ser más eficiente y efectivo. Como exhibe el manual de Lavrijsen habituarse a tomar instantes de reposo aumentará las posibilidades de transformarte en un individuo mucho más feliz, distendida y eficiente.
Recetas Ganadoras Hechas Con Un Horno Holandés
De este modo lo explica Annette Lavrijsen a lo largo de las páginas de su libro ‘Niksen. Por consiguiente, entrenar la holgazanería tiene bastantes provecho, tanto sentimentales como físicos. En \’El libro del Niksen\’, Olga Mecking proporciona consejos a fin de que adoptes el \’niksen\’ en el trabajo, en el hogar y en tu tiempo libre, y da las claves a fin de que disfrutes de las pequeñas pausas de la vida y logres ser más feliz y más creativo. De esta manera la superficie quedará sellada de manera perfecta y antiadherente, pudiendo gozar a lo largo de muchos años de nuestro horno holandés en buen estado. Después de cada empleo adecentar los restos de alimento con agua y una esponja suave, secar realmente bien y utilizar una fina capa de aceite hasta su nuevo empleo.
Algo va muy mal si debemos reclamar pasar más tiempo ociosos y estudiar a no llevar a cabo nada.
En Qué Puedes Usar La Salsa Holandesa Clásico
Algo más importantes que debes recordar a la hora de cocinar con un horno holandés es ir con bastante precaución. La cazuela y su tapa están fabricadas de un material muy resistente que, al emplearlo en una barbacoa, consigue una temperatura muy elevada. Esto significa que si se cae estando muy caliente, el material podría agrietarse o romperse con el golpe. (Unsplash/Brooke Cagle) Siendo tan relevantes las propias prioridades, semeja lógico suponer que no hay una guía común para todos para no hacer nada. Unos minutos que convertiremos en una rutina frecuente hasta que seamos la versión más sana y feliz de nosotros. Una vez desarrollada, prosigue la salsa al calor del baño María por dado que es una salsa desequilibrado que se puede cortar.
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Ya que en este momento que hemos conocido mucho más intensamente que es un horno holandés, debéis de valorar si os gusta la “slow food” y hacer vuestro propio pan casero, si tiene cabida dentro de tu menaje pues en la mayoría de los casos son modelos de elevado precio. A mi desde el momento en que me obsequiaron mi cocotte se convirtió en un indispensable entre mis cacharros para cocinar y pienso que ya no podría prescindir de ella para muchas de mis elaboraciones. El hierro fundido holandés se hizo popular sobre todo en las primeras colonias americanas convirtiéndose en un factor indispensable de menaje. Pero los hornos holandeses no son una cazuela de nacimiento reciente si no que tienen su crónica y ahora desde hace unos siglos. Se cree que fue el inglés Abraham Darby en el momento en que en el año 1704 fue a Holanda para ver como los holandeses habían mejorado su producción de hierro derretido quedando tan impresionado con su trabajo, que en el momento en que llegó a Inglaterra comenzó a crear sus “hornos holandeses”, de ahí su nombre. Buena técnica y buenos elementos igual a una salsa de holanda exquisita.
Pues dada esta postura, los holandeses tienen el término de “nikse, una oda a la pausa y el no llevar a cabo nada con el que recargar las pilas. Pero la verdad es que en los tiempos recientes la eficacia se nos ha ido de las manos. No solo la mayor parte de la gente se desesperaba por ser capaz de llegar a todo, en ocasiones aun el momento de libertad hay que llenarlo de acción.
El día de hoy vamos a hacer una preparación clásica, la receta de salsa holandesa clásico, la mejor para acompañar tus recetas de pescado o un huevo poché, que seguro que dominaréis con nuestras instrucciones. De todos modos, si bien no es bien difícil de hacer, si que tiene su complicación puesto que a veces se corta. Si ahora disponemos la mantequilla clarificada llevada a cabo con determinada antelación debemos fundirla en un cazo a fuego lentísimo hasta el momento en que esté absolutamente líquida y al tocarla con la yema del dedo la apreciemos algo mucho más ardiente que nuestra piel. En el primer capítulo del libro, la autora analiza la relación de los neerlandeses con el niksen y de qué manera tú asimismo podrás hallar el increíble equilibrio entre vida y trabajo que han alcanzado ellos. En los capítulos 2 y tres sabrás por qué razón ninguna explicación es válida y de qué manera reajustar tus opciones.
De hecho, como apunta Lavrijsen, el niksen no obliga a nada salvo a que te permitas a ti un momento a lo largo del cual no llevar a cabo nada, sin ningún propósito o propósito concreto. ¿Sientes que nunca vas a llegar al final de la lista de cosas por llevar a cabo? Líbrate de las presiones externas y apacigua tu caos interno admitiendo el niksen como una forma de resistencia a la cultura del estar siempre activo. Como sugiere Lavrijsen, úsalo para discriminar lo que verdaderamente te importa de aquello que, en realidad, no es tan importante.